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Medicamentos Humanos Para Perros

Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre. Este concepto –si lo aplicamos a la inversa- también es verdad, porque el hombre (igualmente la mujer) que quiera a su perro, no le debe suministrar una medicina producida por lo diversos laboratorios para tratar determinada afección de los seres humanos.
Como toda regla tiene su excepción, en el caso planteado los veterinarios pueden recomendar ciertas medicinas propias de los humanos para tratar algunas afecciones de nuestro perro.
Por ello es conveniente que al observar cualquier trastorno de su salud, lo llevemos al médico especialista para la prescripción de la medicina y del tratamiento adecuado.

Prevenir para no lamentar

Nadie en su pleno juicio se tomaría la medicina para alguna afección en particular que le hayan recetado a su perro.
En el caso de nuestra querida mascota sería una indolencia suministrarle un medicamento de humanos para perros sin la aprobación del especialista, porque hay componentes químicos que pueden afectar su organismo.
Otro aspecto a considerar es la previsión para evitar que por determinada circunstancia el perro pueda consumir cualquier medicina para humanos que se encuentre en un lugar accesible, cuya ingesta pueda dar lugar a una afección grave, incluso la muerte.
La acción inmediata en situaciones como la mencionada, es el traslado urgente a la clínica veterinaria para el tratamiento de emergencia que se aplica en esos casos.

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Medicinas no aptas para perros

Del grupo de medicinas para el tratamiento de los diversos trastornos del organismo humano, cuyo consumo sería de extrema gravedad para el perro, destacamos las siguientes:
• Paracetamol: Este medicamento para el resfriado, la fiebre y los dolores no muy fuertes, se conoce igualmente con el nombre de acetaminofén, siendo presentado en forma de cápsulas, gotas, comprimidos o supositorios.

Si el perro lo traga le ocasionará cansancio o debilidad, dificultad para respirar, dejará de comer y puede presentar afecciones hepáticas graves.

• Anti colesterol: La mayoría de los medicamentos para reducir el colesterol en la sangre no tiene muchos efectos secundarios en las personas.

Sin embargo, los médicos recomiendan exámenes del hígado en los tratamientos largos y estar pendientes de las inflamaciones.

Estos mismos síntomas pueden afectar al perro que ingiera dosis altas de ese tipo de medicamento.

• Antiinflamatorio no esteroideo: En este grupo están incluidos los medicamentos para tratar la inflamación, los dolores y la fiebre, siendo el ácido acetilsalicílico el más conocido. Le siguen el ibuprofeno, el diclofenaco, el piroxicam, y otros.

Su consumo por parte de un perro puede ocasionarle vómitos, diarrea, dolores estomacales y afecciones urinarias graves.

• Psicotrópicos: La lista es larga, cualquier sustancia natural o sintética formada por sustancias psicotrópicas que actúe sobre el sistema nervioso central para tratar afecciones mentales o neurológicas, en caso de ser consumido por nuestra mascota, le ocasionará un nerviosismo excesivo, sin descartarse la posibilidad de un daño hepático.

Melancolía canina

Antidepresivos: Pueden ocasionar reacciones inesperadas en el perro que consuma este tipo de medicamento.
Es conveniente un análisis más profundo y prolongado de la conducta del animal antes de darle a ingerir este tipo de medicina que le diagnostiquen con la finalidad de levantar su ánimo o controlar la inapetencia.

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